miércoles, 24 de junio de 2009



Comenzando Todo Nuevamente... Y Bien

"Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás..." (Filipenses 3:13).

En Inglaterra, cerca de 300 años atrás, había un comandante
mercantil llamado Capitán Fudje. Esta figura histórica se
quedó famosa por sus mentiras y exageraciones al contar sus
aventuras en alto-mar. Los miembros de su tripulación
estaban tan acostumbrados con sus historias que llamaban
unos a los otros de "Fudge" cuando una mentira era contada.
A medias de los años 1800, niños llamaban los engaños y
mentiras por "Fudge". Actualmente aún muchas personas usan
el nombre cuando se refieren el chasco. ¿Que tipo de
referencia hacen a su manera de ser? ¿De qué forma su vida
será recordada en el futuro?

Un nuevo año está comenzando. Muchos planes están siendo
formados en nuestra mente y anhelamos que muchos sueños sean
realizados. Queremos ser bien devenidos en nuestros
proyectos y alejamos alcanzar éxito en todo cuanto
planeamos. Queremos llegar al último día del año
conmemorando grandes victorias y agradeciendo a Dios por un
año de mucha felicidad.

Para que eso acontezca, debemos iniciar la caminata colocando
nuestras vidas y planes en el altar del Señor. Pedir a Él
que nos oriente y que dirija todos nuestros pasos.
Necesitamos confesarle, con sinceridad, que dependemos en
todo de Sus bendiciones. Sin Él, aun cuando nuestra
capacidad sea muy grande, sabemos que no iremos a lugar
alguno. Él es la fuente de gracia y poder y es la certeza de
todas nuestras conquistas.

Debemos hacer un balance de todos nuestros errores en el año
que pasó. Si nos faltó fe, pidamos a Dios que nos permita
dejar todas las dudas de lado y confiar enteramente en él.
Si actuamos con mentiras y engaños, si fuimos mezquinos y
orgullosos, si no practicamos el amor que el Señor nos tiene
enseñado, la hora es propicia para que haya una
transformación en nuestro comportamiento. Pidamos al Señor
que nos conceda la bendición de saber amar verdaderamente,
de actuar con humildad y sinceridad, de hacer de la verdad
el estandarte de todas nuestras actitudes.

El nuevo año será bien mejor para nosotros si abandonemos
los viejos hábitos y empecemos a caminar en la presencia de
nuestro Salvador Jesucristo.